Tres Cuentos Literary Podcast

48 - Walpurgis: Una Noche de Brujas - Clemente Palma - Perú - Latin America Fantástica

November 04, 2021 Carolina Quiroga-Stultz Episode 48
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48 - Walpurgis: Una Noche de Brujas - Clemente Palma - Perú - Latin America Fantástica
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¿Cuándo se reúnen las brujas? ¿En octubre o en abril? ¿o acaso en los sueños de aquellos que beben hasta perder la consciencia? El peruano Clemente Palma nos cuenta sobre la noche de Walpurgis, una fiesta donde las brujas, los diablos y otros espantos se reúnen para celebrar.

En los comentarios hablamos de los orígenes del Halloween y de Walpurgis, y cerramos con la biografía y un poema de Clemente Palma.


Este episodio fue producido con el apoyo de PRX y el programa de creadores de Google Podcasts.

Primero


En 1904, el peruano de 32 años Clemente Palma Ramírez publica una colección de relatos. El prólogo de dicho libro acaba siendo una carta que el español Miguel de Unamuno escribe a Palma en respuesta al haber recibido el manuscrito.

“Mi estimado amigo: Acabo de leer los cuentos, que ha tenido a bien darme a conocer antes de entregarlos al público. Me ha movido a leerlos pronto y con interés el saberle a usted joven y el prestigio que para conmigo le presta el nombre de su padre, mi señor don Ricardo, de cuyo ingenio nos queda tan deleitoso dejo a todos los que hemos leído. Quería ver si se corroboraba aquel dicho decidero: de tal palo tal astilla […]. Y le aseguro que no se han quebrado mis esperanzas”. 

Se dice que la carta-prólogo escrita por Unamuno e incluida en el libro de relatos ayudó a suavizar el provocador y escandaloso título del libro Cuentos Malévolos.

 

Bienvenida


 ¡Hola! ¡Hola! Estimados y estimadas oyentes de Tres Cuentos, el podcast bilingüe dedicado a las narrativas literarias, históricas y tradicionales de Latino América. Soy Carolina Quiroga-Stultz, y hoy damos la bienvenida al revoltoso y controversial peruano Clemente Palma.

*

Llegué a Clemente Palma a través del libro Antología del Cuento Fantástico Hispanoamericano Siglo XX, editado por Óscar Hahn y publicado por Editorial Universitaria. De hecho, el cuento de Clemente Palma “La Granja Blanca,” es el primer cuento con que Hahn inicia la antología. Es un cuento digno de una película de suspenso y horror, pero como era tan largo, me decidí a buscar otro cuento.

La búsqueda me refirió al libro que mencionamos en la introducción Cuentos Malévolos. Un libro que hace cien años le paró los pelos a más de uno. Lo curioso es que hoy esos cuentos parecen perfectos para estos tiempos en los que estamos tan acostumbrados a las series y películas de suspenso, horror, erotismo y misterio. 

Digo yo como es la vida, lo que hoy nos puede parecer un sacrilegio a las buenas costumbres o tradiciones, mañana es pan de cada día. Y eso no está mal, las tradiciones, costumbres, tanto como el lenguaje y las sociedades están en constante evolución. Finalmente, la historia siempre recuerda aquellos que se atreven a pensar y actuar diferente para bien o para mal.

Les recomiendo que después del cuento se queden escuchando el programa porque no solo vamos a hablar de los orígenes Halloween y de Walpurgis, pero también les daremos las bases del concurso “La ancheta literaria,” para que comiencen a pensar cómo se van a ganar los libros.

El cuento de hoy “Walpurgis”, lo pueden encontrar en el libro digital Clemente Palma Siete Mejores Cuentos, editado por August Nemo, publicado por Tacet Books. 

La noche de walpurgis es una fiesta de origen pagano y cristiano, donde se cantan canciones tradicionales y se encienden hogueras, y donde se dice que de vez en cuando, hay quienes son invitados a celebrar con las brujas y los diablos.

 

WALPURGIS

Por Clemente Palma

Leído y adaptado por CQS

 

Era un sábado. Los estudiantes como las brujas, celebramos los sábados con un festín en la taberna Hop-Frog. ¿Creéis que libamos vino dulce como los presbíteros, que discutimos a Platón y a Aristóteles como los estudiantes cogullas del siglo XV o que hablamos del arte griego como los discípulos de Vinci, Ruysdael y Rembrandt? 

¡Bah! Os engañáis; bebemos plenos vasos de cerveza y de ajenjo, hablamos de las bellezas íntimas de nuestras novias y nuestras queridas y hacemos versos a gritos; y cuando de la mezcla del ajenjo y la cerveza, en nuestros vientres, suben al cerebro los humos fermentados de una embriaguez diabólica, nos tiramos las botellas a la cabeza y escandalizamos el barrio con el estruendo de nuestras blasfemias y carcajadas, de nuestros cantos obscenos elaborados frente al busto de Allan Poe. A más de una hermosa, adolescente y casta, hacemos estremecer en su lecho, en las altas horas de la noche, con nuestras canciones voluptuosas. Nosotros somos los que hacemos las Margaritas y las Julietas, las Miguones y las Doroteas, los que hacemos florecer todos los amores bajo este cielo gris de nuestra Colonia gótica...  Era un sábado. Habíamos ya bebido muchos vasos Goetz cantaba una imitación de la «Copa de rey de Theule.» Henry narraba una aventura macábrica. Mi hermano Prauz, sentado junto a mí, hablaba de amores a la hija del tabernero, una moza que tenía dorados los cabellos como si los hubiera sumergido en mi vaso de cerveza. Mis demás compañeros, unos cantaban, otros hacían versos, jugaban al sacanete montados sobre las bancas, enamoraban a las criadas, decían chistes al tabernero, en fin, cada uno hacía cosa distinta a lo que hacía el otro. Sólo estábamos acordes en hacerlo todo a gritos y en beber sin cesar. Los transeúntes trasnochados se detenían a la puerta de Hop-Frog y nos miraban sonrientes y curiosos los mendigos y los pilluelos, adustos e irritado los burgueses de vida arreglada, y luego continuaban su camino con las manos metidas en los bolsillos.

La noche estaba negra. Sobre un tejado vecino, en un acumulamiento de nubes pardas, había, sin embargo, una gran mancha luminosa, como si un gigante de fuego hubiera lanzado al cielo un chispazo de luz verdosa. Iba a aparecer la luna. En efecto, a las once salió larga y arqueada. Estaba pálida y fría, como una agonizante y tenía el brillo mate y siniestro del hueso seco; Franz se estremeció, y la moza a quien acariciaba le dijo: 

–Franz mío, ¿te aterra la luna de la Walpurgis? Hoy es 30 de marzo y hay parranda de magos y brujas

Franz la besó y fingiendo incredulidad respondió: 

–No, hermosa, no temo. La Walpurgis sólo existe en las leyendas de los trovadores antiguos del Rhin.  

–Te engañas –repuso la joven– yo he visto una noche detrás de los calados de la catedral el cortejo fantástico que acudía a la diabólica ceremonia. Iban en brillante cabalgata los caballeros Nibelungos... 

–y continuó en actitud desconfiada viendo en su imaginación el séquito de fantasmas que pueblan las tradiciones y leyendas del Rhin.

–¡La Walpurgis! ¡Pues quisiera verla! ¡Buena paparrucha! –dije yo, para infundir valor en Franz, que es muy supersticioso.  

Los estudiantes seguían cantando y bebiendo. De pronto Henry se levantó, copa en mano, y propuso que brindáramos todos a la Luna, por su restablecimiento, porque se redondeara su faz de ético. 

 –¡Apagad las linternas! –gritó Goetz. 

 La habitación quedó alumbrada únicamente por el astro; todos a pesar de los colores que la embriaguez pintara en los rostros, estaban amarillentos como cadáveres. La luminosa caricia de la Luna era fría y espeluznante como la caricia sudosa de un moribundo. Henry se adelantó con el vaso lleno de ajenjo y brindó:

–  Brindo porque en tus pálidas mejillas ¡oh fría diosa! vuelva la vida a reanimar los colores; porque alegres el cielo y opaques las estrellas con los fulgores de tu luz azul, y porque en lugar de las tocas de viuda con que, te ciñen las pardas nubes, vistas el manto de claridad con que te adornas en las voluptuosas noches de verano.  

Uno tras otro fueron brindando todos. Sólo mi hermano y yo no brindábamos. No, esa luna era una ramera que iba a prostituir sus rayos en la satánica ceremonia de la Walpurgis. Los caballeros del Grial no hubieran brindado... De pronto Franz se puso más pálido que un muerto y me apretó el brazo. 

 –¡Mira! –me dijo– ¿has oído? Sobre el tesado de enfrente, un gato erizado nos miraba con encandilados ojos y se puso a maullar. Su cabeza quedaba precisamente sobre la comba de la Luna. 

Nuestros compañeros soltaron la carcajada. Ya tienes argumento Goetz –dijo uno– para unos versos titulados EL GATO DE LOS CUERNOS DE LUZ...  

–¿Has oído? –insistió Franz– ¡el gato nos ha llamado! 

–Mira, bebe otro vaso y salgamos –le dije. 

Franz temblaba de miedo, pero me obedeció. Los compañeros quisieron detenernos, nos disculpamos y salimos embozados en las capas. El animal nos seguía por los tejados y arrastraba como adherida a la cabeza el arco lunar. Los dientes de Franz castañeteaban. Acabaron la calle; Franz tenía la esperanza de que el gato no pudiera saltar de una calle a otra, y en efecto, no saltó, pero al entrar en la calle siguiente, vi a Franz con los cabellos erizados y que tenía en los ojos una mirada de loco. 

El gato estaba allí espeluznado, maullando palabras, sí, palabras que perfectamente comprendimos mi hermano y yo: 

–¡Seguidme a la Walpurgis! 

Sentí como una corriente de hielo en mis nervios. 

–Vamos –dije a Franz, dominando mi terror. 

–Sólo muerto me llevarían –contestó apretándose a mí.

 –¡Ah! pues yo voy. Te dejaré en casa con madre y regresaré. 

Así lo hice, dejé a mi hermano acostado y salí. Extrañé no encontrar a mi madre ni a mi hermana Leuben. 

El gato me esperaba. –Guía –le dije–. 

Entonces el animal me alargó su cola, que descendió desde el tejado hasta mí. Me agarre a ella y cruzamos los aires. El gato maullaba alegremente y mi capa ondeaba y golpeaba azotada por todos los vientos. Las agujas de las torres, los observatorios, los altos edificios, todo lo dejábamos debajo de nosotros negro y silencioso.  Esos espesos nubarrones que veíamos desde la taberna eran ejércitos de asistentes a la Walpurgis. En nutrido grupo, iban las brujas montadas en escobas, desnudas y los senos secos y laxos, brillaban extrañamente a la luz verdosa de la luna y se agitaban en los movimientos desordenados del vuelo. Repugnantes arrugas untadas de una grasa misteriosa las surcaban en todo el cuerpo. 

¡Ah cuantas comadres muy conocidas en Colonia vi! Risas cascadas salían de sus mandíbulas sin dientes, al verme colgado del gato. Mozas bellísimas iban también, caballeros en escobas y animales de un hibridismo monstruoso, culebras con cabeza de bueyes –perros con rabos de lagarto y cabezas de grillo, –cucarachas enormes con patas de cabra, –arañas gigantescas y aladas. Las mozas lúbricas y chillonas iban a la fiesta satánica, desnudas también y ebrias, y entonando canciones más obscenas aún que las que cantábamos al salir de la taberna, se abrazaban delirantes de voluptuosidad a sátiros o a hombres con cabezas de asnos. 

Había uno entre estos que era igual, a nuestro profesor de Metafísica en Gothinga.  Sentí a veces como una bofetada de viento: era alguna bandada de mariposas ligeras, grandes como buitres, que pasaba, o alguna turba de cuervos y murciélagos que revoloteaban y me rozaban en la frente con sus alas frías y aterciopeladas. Cada uno de los nubarrones era un gremio que iba a la Walpurgis. Por un lado, iba Lascaro con su cohorte de caballeros, germanos a la cacería del oso Atta-Troll, quien con un venablo clavado en el pecho llamaba a la negra Mumma...; Uraka, la bruja maligna se reía. Mas allá Wottan y sus hijas, las Walkirias, rodeadas de grifos y dragones galopaban haciendo brillar las corazas y los plateados yelmos...; Barbazul, el ogro francés que ultrajaba doncellitas y comía carne humana, iba también, solitario, y pensativo. ¡A cuánta gente vi!  

Al fin apareció la montaña Brockeu. Allí estaba el Diablo –había un ruido ensordecedor de danzas en torno a fuegos fatuos enormes, de hervores en anchas calderas en que bullían cuerpos. Luego un festín horrible en que se comía carroña y se bebía sangre; los esqueletos hacían de lacayos y escanciaban en jarrones robados a las tumbas... Las mujeres, los monstruos, las viejas y los viejos, todos mezclados se retorcían como borrachos epilépticos.

El gato negro me cogió de la mano y me llevó donde Satán; y con que voz me heló, porque la reconocí, le dijo respetuosamente:  –Presento a Vuestra Infernal Majestad a mi hijo mayor, Silker; mi otro hijo, Franz es un cobarde, y a mi hija Leuben ya la conoce Vuestra Majestad: es aquella joven que charla con el doctor Fausto.  Busqué con la vista a mi hermana Leuben y la vi en los brazos del viejo. Me volví el gato se había transformado y era.... era mi madre. No sé qué pasaría después  

Al día siguiente, primero de abril, amanecí debajo de la cama. Oí los pasos de mi madre que trajinaba en la vecina habitación y la llamé:

 –¡Madre! ¡madre! – 

Entró pálida y ojerosa como si hubiera llorado.  

–Madre ¿he soñado o sois una vieja bruja y mi hermana Leuben una mujer perdida? 

Mi madre me contestó con la voz gemebunda e irritada: –Eres un infame, Silker; anoche te ha traído cargado tu hermano Franz, que estaba menos borracho que tú, y toda la noche has estado gritando; ni tu hermana ni yo hemos podido dormir.

Y salió dejándome como quien ve visiones. 

Llamé a Leuben. –¿Cómo has dejado a tu amigo el doctor Fausto? –le pregunté con sorna.

 – Le dejarías en la taberna, borracho escandaloso –me dijo y se fue calzándose los guantes para ir a misa.

Desperté a Franz que roncaba estruendosamente.  –Oye –¿recuerdas el gato de los cuernos de luz?

 –Pero, hombre, ¿todavía te dura la embriaguez? Estás hablando disparates. 

Salté de la cama irritado: –El borracho eres tú, cobarde, que anoche temblabas como un azogado y tuve que traerte a tu cama ¡como a una doncellita asustada!

–¡Ja! ¡ja! Hombre de Dios; si yo soy quien te ha traído en brazos las tres de la mañana. Te encontré bajo una banca en la taberna Hop-Frog.  

–No, es claro que no. Confundido me vestí, prendí la pipa y me asomé a la ventana. Daban las ocho. San Gereón y Santa María del Capitolio llamaban a misa y los burgueses vestidos con sus ropas domingueras acudían al santo oficio.

Fin

 

 Comentario

Muy bien regresemos a este lado del Océano Atlántico donde para encontrarse con las brujas y los diablos no hay que tomar hasta perder la consciencia, porque cada Halloween podemos disfrazarnos como héroes, hadas o espantos.

Curiosamente Halloween no es la única celebración que tiene su origen en tradiciones precristianas, y después de que se enteren de los orígenes de “La noche de Walpurgis,” quizá acaben preguntándose porque no celebramos esta otra tradición en lugar del Halloween.

Pero comencemos hablando brevemente de los orígenes del Halloween. Los antiguos celtas celebraran el final de la cosecha a finales de octubre y la llamaban en gaélico Samhain, que significa el final del verano. Con esta celebración se marcaba el inicio de los días cortos y las noches largas. 

Sin embargo, la conexión que esta festividad tiene con el más allá es que los celtas creían que en Samhain los espíritus de los muertos regresaban a visitar el mundo de los mortales, y por eso se les dejan comida y dulces fuera de las casas como ofrenda. Esto se me parece un poco al Día de los Muertos. También en Samhain se encendían velas para ayudar a las almas a regresar a la luz y descansar con el dios del sol, Lugh. Como ven en el Halloween inicial no había referencias a las brujas o los diablos, ni siquiera se les temía a los muertos. 

Por su parte, “La noche de Walpurgis”, es una celebración que se festeja en el norte de Europa el día 30 de abril. En el diccionario digital SensAgent nos cuentan más acerca de Walpurgis. 

“La tradición, probablemente vikinga y difundida por celtas, señala esta fecha como de transición de la primavera al verano. En la festividad de Beltane en honor a Belenos, dios del fuego, se prendían hogueras para renovar con el humo a los pueblos y a sus habitantes. La festividad resultó adoptada en algunos puntos para usos de brujería y, como ha solido pasar, fue absorbida por la llegada del cristianismo, atribuyéndole vagos orígenes relacionados con un supuesto cumpleaños de Satanás”.

Lo cierto es que el tiempo entre finales de abril y comienzos de mayo es el tiempo de transición equinoccial, cuando se deja atrás el largo invierno y se le da la bienvenida al verano. Las leyendas nórdicas cuentan que durante esta transición las brujas y los hombres lobo se reunían en la cima más alta de la sierra del Harz, en Blocksberg. Esta tradición popular más tarde se mezcló con las tradiciones celtas de invocación de la fertilidad, ya que comenzaba la época de la cosecha.

El artículo continúa diciéndonos que “En la antigua Roma, el mes de mayo estaba consagrado a los antepasados. Era un mes en que en [gran parte de] Europa y Asia se creía que los aparecidos hacían sus incursiones entre los vivos. [Por ejemplo] Durante la Antigüedad y la Edad Media, se perpetuo una prohibición: [la de] casarse en mayo porque durante ese período se corría el riesgo de contraer matrimonio con un [fantasma] o con una mujer embrujada del Otro Mundo.”

Así que supongo que los Romanos, quienes en algún momento anduvieron conquistando la tierra de los celtas, también trajeron sus propias creencias que acabaron mezclándose con la tradición que ya evolucionaba como una celebración mixta.

Pero el cuento acerca de los intrincados orígenes de esta celebración no termina allí. Resulta pasa y acontece que cuando llega la influencia cristiana al norte de Europa, para finalizar la cristianización de muchos pueblos, tal y como sucedió con el Día de los Muertos, se convirtió la fiesta agrícola y folclórica pagana en una cristiana. Y ¿cómo sucedió eso? 

Resulta que en el siglo VIII de la era común existió una monja inglesa que vivió en el monasterio alemán Heidenheim. Se creía que la monja llamada Walburga podía curar las enfermedades y cuando muere la canonizan e incluyen el día de la santa en el calendario. Y que creen, la fecha en que habrían de observar a la Santa Walburga, por pura coincidencia cae en la misma fecha de la otra celebración que les conté. 

Ya ven, con el tiempo todas las tradiciones celtas, vikingas, romanas y cristianas se mezclaron y dieron origen a la llamada “Noche de Walpurgis”.

Pero el cuento no termina allí. Diez siglos después a la ya muy antigua y muy mezclada celebración se le unió otro evento, que en 1776 en “La noche de Walpurgis”, Adam Weishaupt funda en los bosques alemanes de Bavaria la sociedad secreta de los Illuminati, que hasta hoy día se dice que son quienes controlan el mundo. 

Bueno hay se enteran de que la historia que a veces creemos que es muy sagrada es en ocasiones una mezcla de bochinche, conversión y una pizca de misterio.

Lo cierto es que “La noche de Walpurgis”, ha sido inmortalizada en un sinfín de novelas, cuentos y películas, desde Goethe en Fausto, a Bram Stocker, H.P.Lovecraft, hasta el mismo Rubén Darío, quien incluyo en su libro Prosas Profanas (1896) un poema donde compara a Buenos Aires con un “walpurgis vago de aroma y de visión”.

Como iba a saber la pobre monja Walburga que su nombre con el tiempo iba acabar siendo relacionado con las brujas. Así como durante Halloween hay quienes decoran con calabazas y espantapájaros haciendo alusión al final de la cosecha, otros decoran con esqueletos y brujas, y durante Walpurgis, hay quienes van a la iglesia, y otros bailan, cantan y se emborrachan.

*

Es hora de los anuncios y noticias del día. Les cuento que hemos recibido dos libros más para el concurso “La Ancheta Literaria” ambos donados por nuestros amigos en Arte Público Press.

El primero es Herencia, una antología que recoge en inglés la literatura hispanoamericana, editado por el Dr. Nicolas Kanellos. Este libro es un mapa de la experiencia hispana en los Estados Unidos.

El segundo libro es En otra voz, antología de la literatura hispana de los Estados Unidos, editado por el Dr. Nicolas Kanellos, es la primera antología en español que nos cuenta las historias de los hispanos desde las primeras exploraciones hasta el presente. 

En total vamos a regalar cuatro anchetas de libros, tres anchetas van para tres oyentes en los estados Unidos y la cuarta va para un oyente fuera del país. 

Para ganar cualquiera de las anchetas, escoge el cuento que más te haya gustado del programa, y toma una foto que para ti represente la historia o una escena del cuento. No aceptaremos fotos descargadas del internet. Sé creativo o creativa, compone algo que el cuento te inspire.

Para quienes van a participar usando Instagram, asegúrense que siguen a Tres_Cuentos_Podcast. Postea la foto con el hashtag #mianchetaliteraria y escribe el nombre del cuento que escogiste o también puedes enviarnos la foto como un mensaje.

Para quienes van a participar usando el Facebook, asegúrense que siguen la página de Tres Cuentos Podcast, mándanos un mensaje con la foto, el #mianchetaliteraria y el nombre del cuento que escogiste.

Finalmente, para quienes prefieren participar usando el correo electrónico, mándanos la foto a tres.cuentos.podcast@gmail.com, en el subject escribe “Mi Ancheta Literaria” y el nombre del cuento que escogiste.

Recuerden que el cuento que escojan deben haberlo escuchado en nuestro programa.

Anunciaremos los ganadores la primera semana de diciembre.  

Por último, quería contarles que aparecí en una entrevista en el podcast Ellas, un podcast quincenal donde presentan conversaciones con Latinas que están sembrando el camino para futuras generaciones. La entrevista está en español, y ahora sí que se van a enterar más acerca de mi vida. Les dejaré el enlace en la transcripción.

Blog: https://www.ellas-media.com/ellas/timoneando-una-tormenta-de-cambios-carolina-quiroga-stultz-tres-cuentos-podcast

Apple Podcasts: https://podcasts.apple.com/us/podcast/timoneando-una-tormenta-de-cambios-con-carolina/id1459601473?i=1000540226690

Spotify: https://open.spotify.com/episode/0ZOEjcrG8zo0l5RoxoXFSO

*

Es hora de contarles acerca del autor de hoy. Esta breve biografía fue escrita en colaboración con Leo Quiron.

Clemente Palma nace en Lima, Perú, el 3 de diciembre de 1872, hijo del conocido escritor peruano Ricardo Palma y de la ecuatoriana Clementina Ramírez. La relación de estos dos no dura mucho ya que Don Ricardo tenía sus intereses intelectuales y económicos en Perú, pero reconoce al pequeño Clemente como su hijo legal y le brinda apoyo. Cuatro años después Don Ricardo Palma, contrae nupcias con Cristina Román y Olivier con quien tiene siete hijos.

Los primeros años del joven Clemente transcurren en aparente calma, finalizando sus estudios básicos en el Colegio de Lima donde participa en la revista escolar.

Para el año de 1891, el joven Palma inicia trabajando en la Biblioteca Nacional bajo la dirección de su padre, y al siguiente año comienza sus estudios en la Facultad de Letras de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. 

En 1894, Clemente Palma asume el cargo de editor en “El Iris”, una revista dirigida por Vicente Delgado, donde el joven editor publica sus primeros poemas, ensayos y su primer cuento titulado: “En el Carretón”.  Durante el mismo año Palma también colabora en la revista “El Perú Artístico” y escribe para el periódico “El Comercio”. Al año siguiente, Palma publica Excursión Literaria, una selección de sus artículos literarios.

Cuando Clemente cumple los 25 años, se titula como bachiller y doctor en Letras con las tesis: “El Porvenir de las Razas en el Perú” y “Filosofía y Arte”. Esta última tesis, cuyo nombre no da indicaciones de lo que realmente trata no es bien recibida por los profesores de la universidad, porque en ella se tratan temas espinosos y peligrosos de hablar en esos tiempos como el ateísmo, el satanismo, el androginismo. Sin embargo, con dicha tesis “Filosofía y Arte”, Palma demuestra el estilo que lo caracterizaría más tarde, una escritura polémica y sarcástica.

En el artículo digital “El Decadentismo en Clemente Palma: Crisis Religiosa, Patriarcal y aristocrática en Perú”, Ainhoa Segura Zariquiegui nos dice que “Clemente Palma fue el mejor exponente del Decadentismo peruano dentro del Modernismo de este país”. 

El Decadentismo en este caso significa una profunda crisis de valores, donde se experimenta un desengaño ante la vulgaridad, la mediocridad por la ruina del mundo en que se vive, donde hay un hastío, desencanto y casi una admiración por la lejanía y la muerte. Es como una protesta aristocrática contra la falta de sentido de la vida burguesa. 

Al respecto, Ainhoa Segura nos continúa diciendo que “En esta definición se encuentra señalada una peculiaridad de esta nueva forma de ver la vida: la actitud rebelde y desairada que muestra un gusto exacerbado por sentir nuevas experiencias, y de esta forma, alejarse del mundo mediocre en el que habita. También el amor al lujo y lo sensual, y el coqueteo con la muerte, así como la tendencia al individualismo y a la subjetividad. En cuanto a lo artístico, la temática será la misma: lo sensual unido a lo satánico y lo suntuoso como una válvula de escape a las presiones insalvables de la sociedad racionalista y utilitarista de fin de siglo. Por lo tanto, el Decadentismo surge como reacción; lo que conlleva un cuestionamiento de los límites establecidos por la sociedad”.

Mientras “Filosofía y Arte”, le erizó los pelos a más de uno, la primera tesis no causó nada de revuelo. En “El Porvenir de las Razas en el Perú”, el autor examina temas como la contribución de las razas indígena, española, negra, china y mestiza, en el Perú. En algunos pasajes de la tesis el autor habla sobre el futuro de las razas y su terapéutica. 

Posteriormente, fruto de su disertación académica y de sus opiniones difundidas en diversos artículos, Clemente publica en Barcelona en 1898 una obra narrativa por encargo, que según él tenía un claro fin educativo. La obra llamada:  El Perú, expone la geografía, historia, arte y costumbres peruanos. El escrito tenía en mente al público juvenil español y para abordar el tema se valió de una estructura novelada con rasgos de ironía, sátira y humor. Les daré un breve vistazo a uno de los párrafos de dicho texto.

“(…) En el departamento del Amazonas vi tipos de india verdaderamente hermosos. La raza india es ya un bagazo inútil para la civilización. En mi concepto, el Perú debe fomentar una gran inmigración de razas europeas, viriles y activas, para dar vida a esas regiones inmensas y ricas que tiene despobladas, y casi improductivas por la indolencia de la raza india”.

Apuesto que a más de una se le han parado los pelos, por los tonos racistas con que trata a nuestros hermanos indígenas. Pero es importante que juzguéis esta opinión desde el momento histórico en que vivió Palma, no para perdonarlo, sino para entender que esas ideas racistas, vienen desde hace rato. Y que solo con buenos argumentos podemos desenmascáralas y dejarlas atrás de una vez y por todas, con pelear y enojarnos no construimos conocimiento y entendimiento.

Veamos entonces de dónde venían esas ideas sugeridas por Palma. En esos tiempos las corrientes estéticas, científicas y políticas de la época veían con admiración lo europeo, y desdeñaban el legado indígena, afro y mestizo. Por eso es por lo que por mucho tiempo más de uno daba lo que fuera por ser lo más blanquito o blanquita posible. Hoy día que estamos más y mejor educados nos damos cuenta de que la cultura que nos llegó del otro lado del charco no era tan avanzada, preciosa o refinada como se creía.

Continuando con la vida de Clemente Palma, en el año de 1899, el peruano obtiene el grado de bachiller en Jurisprudencia en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos con la tesis: “El sentimiento religioso en sus relaciones con la delincuencia”. Sin embargo, Palma nunca ejerce la abogacía, porque cursa la carrera con la intención de vincularse a la política de su país. Para 1902 es nombrado cónsul en Barcelona y renuncia a su cargo en la Biblioteca Nacional.

Durante gran parte de su vida Clemente mantiene una estrecha comunicación con su padre a través de cartas. En muchas de ellas le describe sus proyectos literarios. Por ejemplo, el 7 de marzo de 1902 le escribe desde Zaragoza: “Respecto al romance aquel Longhino que había dejado en Lima sin terminar, procuraré rehacerlo aquí y corregir los infinitos defectos de forma y de concepto que tiene”.

En otra carta redactada desde Barcelona, comenta los preparativos de la edición de Cuentos Malévolos y menciona otros proyectos literarios como Tía Salomé. En 1905, Clemente regresa a Lima y retoma su trabajo de curador en la Biblioteca Nacional. Ese mismo año funda y dirige la revista “Prisma”, donde publica catorce cuentos. Posteriormente, en 1913 publica en París la segunda edición de Cuentos Malévolos, incluyendo ocho cuentos más.

En el plano personal, en 1919, en Barcelona se casa con la puertorriqueña María Manuela Schmalz. La pareja tiene un total de cinco hijos, tres niñas y dos niños. 

Entre 1919 y hasta 1930, Palma ejerce como diputado en Lima durante los once años que dura el gobierno del presidente Augusto B. Leguía. Pero cuando en 1932, Luis Sánchez Ferro asume la presidencia, Palma quien era opositor de Sánchez Ferro es exiliado a Chile, donde acaba viviendo año y medio.

Durante este tiempo, Palma no para de escribir y es en 1934, cuando publica su última novela, XYZ, una propuesta de ciencia ficción. Luego continúa publicando otros textos sobre Augusto Leguía y diversos comentarios literarios, y en 1938 publica “Crónicas político-doméstico-taurinas”. 

Es evidente la gran contribución de Clemente Palma a la narrativa latinoamericana, no sólo por su producción sino también por su esfuerzo para construir un estilo propio, con un punto de vista personal sobre su país. Hoy día el autor es considerado el padre del cuento corto moderno y el iniciador de la literatura fantástica en su país. 

El autor peruano Clemente Palma muere a los 73 años, el 13 de septiembre de 1946 víctima de un cáncer de páncreas.

*

Para concluir el programa de hoy, voy a compartirles un poema de Clemente de Palma, que a mi manera muestra la ironía y jocosidad con que el peruano veía la vida.

Rompimiento

 

Te vi, te amé; tu imagen peregrina

en mi alma se grabó.

Me hiciste comprender que me querías,

y aún más te quise yo.

Y cuando, loco, con tu amor formaba

halagüeña ilusión,

me diste con la puerta en las narices.

 

Pues ¡hija!, se acabó.

 

Toma tu rizo, mándame mis cantares,

y busca la ocasión

en que pueda tus besos devolverte

pues no los quiero yo.

*

Y eso es todo por hoy con este poema concluimos el segundo ciclo de los inicios de la literatura fantástica en Latinoamérica. Regresaremos en dos semanas con un cuento del uruguayo Horacio Quiroga quien nos cuenta acerca de una pasión que en su paranoia acaba llevándose a los dos tortolitos al más allá, desde donde ellos continúan buscando la forma de regresar al más acá. Hasta el siguiente cuento, adiós, adiós. 

*

Tres Cuentos Podcast es producido con el apoyo de PRX y el Programa de Creadores de Podcasts de Google.

Tres Cuentos es un ejercicio de adaptación e investigación creativa.

Agradecimientos especiales a…

Recuerden que nos pueden escuchar en cualquier aplicación de podcast como Google Podcast, iTunes, Stitcher, Spotify, o donde sea que nos encontraron. Y visita nuestra página web www.trescuentos.com

Igualmente ya saben que pueden comenzar a desempolvar la creatividad para tomar una foto del cuento que más les haya gustado del programa y participar en el concurso “La ancheta literaria”. La semana entrante postearé un video explicando un poco más cómo pueden construir y tomar dicha foto, es muy sencillo!

Por último, si has disfrutado este episodio considera subscribirte a nuestro boletín a través de nuestra página web y comparte los episodios con tus amistades.

La música y los efectos de sonido fueron descargados de la biblioteca de audio de YouTube y de Freesound.org.

La lista de créditos por canción y las fuentes de información las puedes encontrar en la transcripción.

 

Nos escuchamos pronto, adiós, adiós.

 

Bibliografía

 

Palma, Clemente; Nemo, August. 7 mejores cuentos de Clemente Palma (Spanish Edition). Tacet Books. Kindle Edition.

Sumalavia Ricardo, 2006. Clemente Palma y El Modernismo Peruano: La Búsqueda del Ideal. En: Clemente Palma Narrativa Completa I. Pontificia Universidad Católica del Perú.

Montoya Leydy, 2019. Clemente Palma. Recuperado de Internet el martes 5 de octubre de 2021: https://historia-biografia.com/clemente-palma/

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Créditos musicales

Amazing Plan - Silent Film Dark by Kevin MacLeod is licensed under a Creative Commons Attribution 4.0 license. https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/

Source: http://incompetech.com/music/royalty-free/index.html?isrc=USUAN1100737

Artist: http://incompetech.com/

Pablo - The Mini Vandals

Pooka - Kevin MacLeod

Honky Tonkin' - Doug Maxwell_Media Right Productions

Yonder Hill and Dale - Aaron Kenny

Act One - Tenebrous Brothers Carnival by Kevin MacLeod is licensed under a Creative Commons Attribution 4.0 license. https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/

Source: http://incompetech.com/music/royalty-free/index.html?isrc=USUAN1100643

Artist: http://incompetech.com/

Kool Kats by Kevin MacLeod is licensed under a Creative Commons Attribution 4.0 license. https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/

Source: http://incompetech.com/music/royalty-free/index.html?isrc=USUAN1100601

Artist: http://incompetech.com/

Dance of Deception by Kevin MacLeod is licensed under a Creative Commons Attribution 4.0 license. https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/

Source: http://incompetech.com/music/royalty-free/index.html?isrc=USUAN1100271

Artist: http://incompetech.com/

Guess Who by Kevin MacLeod is licensed under a Creative Commons Attribution 4.0 license. https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/

Source: http://incompetech.com/music/royalty-free/index.html?isrc=USUAN1100214

Artist: http://incompetech.com/

Waltz To Death - Sir Cubworth

Shine on Harvest Moon - E's Jammy Jams

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